En la última década, el mundo del trabajo ha experimentado cambios significativos en la forma en que se llevan a cabo las tareas y en la estructura de las empresas. Y estas modificaciones se aceleraron aún más debido a la pandemia global que vivimos a nivel mundial, la que afectó a todos los sectores económicos y sociales.
Por esto, los próximos años se configurarán como un periodo de consolidación de estos cambios, acoplamiento a los nuevos formatos de trabajo y adopción de nuevas tecnologías a los procesos diarios que ejecutamos en nuestras empresas.
En este sentido, es importante destacar las tendencias laborales que marcarán esta etapa y que confluirán a construir el nuevo escenario donde la industria del trabajo se desenvolverá a futuro, cambiando las prioridades, procesos y formas de realizar cada tarea.
Digitalización, trabajo remoto y nuevas tecnologías
Uno de los cambios más evidentes que se está experimentando en los lugares de trabajo es la digitalización de los procesos y el trabajo remoto. En la actualidad, gran parte de los empleados de áreas como TI, Servicio al cliente y otros ligados al mundo tecnológico pueden trabajar desde cualquier lugar del mundo gracias a la tecnología existente. Así, los empleados ya no necesitan estar físicamente en una oficina para desempeñar sus tareas, permitiendo mayor libertad para los colaboradores y la reducción de costos de cara a las empresas.
Otra tendencia laboral que está emergiendo es la automatización y el uso de inteligencia artificial. Cada vez más empresas están implementando sistemas de inteligencia artificial y aprendizaje automático para ayudar en la toma de decisiones, la administración de procesos y la mejora de la eficiencia en el lugar de trabajo. La automatización también está permitiendo a los empleados dedicar más tiempo a tareas de mayor valor añadido y menos tiempo a tareas repetitivas y rutinarias.
Asimismo, el crecimiento en el uso de herramientas digitales ha llevado a que la seguridad digital también se está convirtiendo en una tendencia laboral cada vez más importante. Con la creciente cantidad de datos confidenciales que se manejan en el entorno digital, las empresas deben asegurarse de contar con sistemas de seguridad adecuados para proteger su información y la de sus clientes. En la misma línea, los trabajadores deben estar capacitados en materia de seguridad digital y ser conscientes de los riesgos potenciales para evitar la exposición de información confidencial.
Capacitación y mejor comunicación como estándar
En cuanto a las labores de los trabajadores, se espera que las habilidades técnicas y de resolución de problemas sean cada vez más importantes en el futuro. Los empleados deben estar preparados para aprender nuevas habilidades y adaptarse a los cambios tecnológicos para mantenerse relevantes en el mercado laboral. Por esto, la capacitación por parte de las empresas hacia los colaboradores será clave al momento de preparar a las personas para el nuevo escenario laboral.
También será relevante la capacidad de los empleados de generar y trabajar habilidades interpersonales y de comunicación sólidas para trabajar en equipo y colaborar de manera efectiva, fortaleciendo la comunicación dentro de los equipos de trabajo.
La importancia de las habilidades blandas también se extenderá a los mandos superiores. Los líderes de cada equipo deberán tener y fortalecer habilidades de liderazgo efectivas, como la capacidad de comunicarse de manera clara y eficaz, fomentar el trabajo en equipo y motivar a los empleados. Además, deben ser capaces de adaptarse a los cambios tecnológicos y tener una mentalidad innovadora para mantener a la empresa en un camino de crecimiento.
Salud mental como principio y objetivo
Otra tendencia laboral importante es la creciente importancia de la salud mental en el lugar de trabajo. El bienestar emocional de los empleados se ha vuelto esencial para el éxito de una empresa, ya sea a la hora de conseguir buenos resultados o al momento de atraer y retener a los mejores talentos.
En los últimos años, las empresas han comenzado a implementar programas de bienestar emocional para apoyar a sus empleados, incluyendo sesiones de terapia y descanso, vacaciones extendidas, pausas activas y otras prácticas.
En la misma línea, en algunos espacios se están implementando con fuerza los horarios flexibles y los esquemas de trabajo reducido, lo que permite a los empleados tener un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal.
La flexibilidad en los horarios de trabajo también puede ayudar a reducir los niveles de estrés y mejorar la salud mental de los empleados, lo que puede aumentar la productividad y el compromiso con la empresa.
Con estos aspectos, se configura un mundo laboral mucho más abierto y humanizado, buscando el beneficio común dentro de las empresas al intentar tener un buen equilibrio entre el bienestar laboral y el personal, no sólo para los colaboradores, sino que incluso para los altos mandos.
Así mismo, la tecnología actuará como guía de este nuevo escenario, generando cambios a la hora de definir las labores de cada persona, realizar nuestras tareas diarias, ampliar las opciones de trabajo para las personas e, incluso, en como llevar adelante estos cambios de forma armónica y con entendimiento.